En la cita con empresarios de toda Iberoamérica congregados con motivo del webinar «Miramos hacia adelante: Las empresas iberoamericanas ante los conflictos. Negociación, Mediación y Arbitraje«, Luis Martí, presidente del Centro Iberoamericano de Arbitraje (CIAR), hizo un alegato alabando el apoyo al arbitraje por parte de los empresarios iberoamericanos apoyándose en la libertad de empresa y las bondades del sistema para la actividad y reactivación económica y financiera de la región. A continuación su discurso:
«CIAR lo componen organizaciones empresariales nacionales y supranacionales, y colegios de abogados y organizaciones institucionales de la abogacía. Al fin y al cabo, “sociedad civil” en estado puro; los comerciantes y empresarios coordinados por sus asociaciones representan a un mundo de libertad, constitucionalmente consagrado que es la libertad de empresa; y la abogacía y los abogados y sus instituciones que representan otro segmento esencial de la sociedad civil, que es el de una profesión dedicada a consagrar y hacer efectivo el derecho de defensa también constitucionalmente reconocido.
una oportunidad de resolver sus conflictos mediante arbitraje significa acotar, aquilatar y disminuir el riesgo empresarial
Luis Martí
Así, empresarios, una profesión que dinamiza la sociedad y asume riesgo, y abogados, una profesión que de manera libre e independiente está al lado de quienes precisan de su ayuda para hacer efectivos sus derechos, pusimos en marcha el Centro Iberoamericano de Arbitraje hace unos años. Los unos, empresarios, porque son conscientes de que disponer de una oportunidad de resolver sus conflictos mediante arbitraje significa acotar, aquilatar y disminuir el riesgo empresarial. Y los otros, los abogados, porque somos conscientes de que en los conflictos comerciales transfronterizos la oportunidad arbitral aporta inmediación y brevedad, que permiten concretar las soluciones reduciendo el riesgo y acotando los costes.
los integrantes de CIAR hemos añadido la cuota de seguridad jurídica resultante de operar en nuestra lengua común
Luis Martí
Sobre esta convicción del arbitraje en general, como expresión de la voluntad de las partes para resolver sus conflictos, los integrantes de CIAR hemos añadido la cuota de seguridad jurídica resultante de operar en nuestra lengua común, amparados por normas de cultura jurídica común; y, por otro lado, defendiendo la esencia de la institución: ninguna nación va a arbitrar los conflictos: será Iberoamérica quien arbitre en las tensiones transfronterizas iberoamericanas. Así hemos acotado los riesgos de transitar a bordo del arbitraje por terrenos de culturas jurídicas diferenciadas, ajenas y costosas.
Las instituciones que tienen la responsabilidad de cohesionar y dar vida a nuestro espacio jurídico iberoamericano, SEGIB y COMJIB, acogieron en su día la iniciativa CIAR; impulsaron su formalización y mantienen su apoyo y su respaldo, que CIAR quiere seguir mereciendo.
- Mantenemos la coherencia básica: por nuestra fundación y por nuestra voluntad, queremos ser un centro iberoamericano en el que nadie que venga al arbitraje pueda pensar que la solución de su conflicto quede fuera de nuestra lengua, de nuestra cultura jurídica y de nuestro alcance económico.
- Nuestra organización se sostiene con las aportaciones de quienes la fundaron, y mantiene su identidad con sus propios medios.
- Nuestra organización tiene su sede en el Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), que garantiza el espíritu iberoamericano que es nuestra esencia.
- CIAR pide y obtiene de sus socios (organizaciones empresariales y de la abogacía) el apoyo y el respaldo que necesita y esta reunión de hoy es una buena prueba de la convicción común que, sin prisas, está cimentando la gran tarea que corresponde a CIAR.
Por eso CIAR, por la voz de su presidente ha de descargar ahora una cascada de gratitudes:
- A nuestros anfitriones de hoy (CEOE), a los participantes de esta sesión, a los que la organizan y a los que en ella participan.
- Gratitudes también a quienes con su presencia nos reiteran su confianza, SEGIB, COMJIB.
- Y también, claro, a la Secretaría de Estado que con su intervención revela el interés de los poderes públicos españoles por esta manifestación de forma moderna de resolución de conflictos que es el arbitraje y su formulación CIAR.
Por fin, una mención muy especial: la Secretaría General, su titular y su asistente realizan una ingente y desinteresada labor que todos debemos reconocer. Y yo lo hago desde el recuerdo in memoriam de Dña. María Rózpide, cuya ingente tarea en el mundo iberoamericano y en el desarrollo de CIAR, se interrumpió por su trágica e inesperada desaparición. No recordarla sería ingrato. Y hacerlo es muestra de nuestra confianza y convicción sobre el horizonte iberoamericano.